Las calles de la Sevilla del siglo XVII estaban impregnadas de vida y contrastes. Por un lado, era una ciudad floreciente gracias al comercio con América, las famosas flotas de la carrera de las indias, lo que la convertía en un centro de riqueza y poder. Por otro lado, existía un fuerte contraste con la dura realidad social de muchos de sus habitantes. Entre los personajes más trágicos de esa época se encontraban los huérfanos, quienes eran parte integral de la Sevilla de aquel tiempo. Las historias de estos niños y jóvenes desamparados se convirtieron en un tema recurrente en la literatura y la novela histórica que se ambienta en esta ciudad.

La Sevilla del siglo XVII: esplendor y miseria

Sevilla, durante el siglo XVII, era una de las ciudades más importantes de Europa, pero también una de las más desiguales. Las fastuosas casas palaciegas de los pudientes, la nobleza y los mercaderes ricos, convivía con una masa de personas que vivían en la pobreza. Los huérfanos, producto de enfermedades, la guerra y la pobreza extrema, formaban parte de esta realidad. Los niños desamparados a menudo eran acogidos en hospicios, como el famoso Hospital de los Venerables o el Hospital de la Santa Caridad, donde enfrentaban una vida de servidumbre, casi esclavitud.

Esta Sevilla de claroscuros ha sido objeto de interés en la novela histórica, un género que ha rescatado esas historias olvidadas. Autores contemporáneos y clásicos han narrado las experiencias de los huérfanos en medio de la Sevilla del Siglo de Oro, generando un retrato vívido de la ciudad y su sociedad.

Huérfanos en la literatura: ejemplos de novelas históricas

Uno de los ejemplos más destacados de novela histórica que aborda la vida de los huérfanos es El hereje de Miguel Delibes. Aunque no centrada exclusivamente en la ciudad, esta obra ofrece una visión del destino de los niños huérfanos en un entorno religioso y opresivo, similar al que se vivía en la Sevilla de la época. Los personajes luchan por encontrar un espacio de libertad en medio de las estrictas normas sociales y religiosas, un tema recurrente en las novelas históricas sobre la Sevilla del Siglo de Oro.

La leyenda del ladrón, de Juan Gómez-Jurado, es una novela histórica ambientada en la Sevilla del siglo XVII. El protagonista, Sancho, es un joven huérfano que crece en una ciudad marcada por la riqueza del comercio con América, pero también por la pobreza y la corrupción. Tras perder a su madre víctima de la peste, Sancho queda desamparado y debe aprender a sobrevivir en las calles, donde se enfrenta a la miseria y la injusticia. 

Un huérfano es también el principal protagonista de mi novela El aprendiz. El Lagartija malvive en el barrio de Triana junto con el Manco, poco mayor que él, y dos hermanos gemelos. Cada día se adentran en los callejones atestados de gente buscando monedas perdidas o algún mendrugo de pan, hasta que la fatalidad obliga a la cuadrilla de amigos a separarse.

Fuentes académicas: huérfanos en la sociedad del siglo XVII

Además de la novela histórica, la realidad de los huérfanos a lo largo de la historia ha sido objeto de estudio en investigaciones académicas. El libro La infancia abandonada en España (Siglos XVI-XX), de Vicente Pérez Moreda, ofrece una mirada profunda sobre las causas y características de las niñas y niños abandonados por sus padres. 

Otro artículo interesante de Manuel José de la Lara Ródenas, titulado “El niño abandonado en la Huelva del siglo XVII: una visión de conjunto”, refleja la manera en que la Iglesia y otras instituciones benéficas intentaban atender a los niños huérfanos, quienes rara vez lograban escapar de la pobreza.

Conclusión: historias de Sevilla y de supervivencia

Las historias de Sevilla no solo están hechas de esplendor y riqueza, sino también de supervivencia y lucha. La vida de los huérfanos en la Sevilla del siglo XVII es un testimonio de cómo las clases más desfavorecidas enfrentaban la dura realidad de una ciudad opulenta pero cruel. La novela histórica ha logrado revivir estas historias, humanizando a quienes la historia oficial muchas veces dejó en la sombra.

Tanto la literatura como los estudios históricos han ayudado a rescatar las vivencias de estos niños desamparados, quienes, a pesar de la adversidad, encontraron su lugar en las calles y los rincones de la Sevilla de antaño. Las historias de Sevilla, en el contexto de la novela histórica, siguen siendo una rica fuente para explorar las complejidades de la vida en esa ciudad que oscilaba entre la gloria y la desesperanza.