Nada (1944) de Carmen Laforet
Nada de Carmen Laforet es una obra maestra dentro de la literatura contemporánea española. Es, sin lugar a dudas, una de las novelas del existencialismo español que yo más he disfrutado y que me ha servido de inspiración en el reflejo de la cotidianidad y las relaciones personales en mi novela El ángulo de la felicidad, una historia en la que, como en el caso de Nada, una persona joven busca su propio camino y su identidad.
Publicada en plena posguerra, esta novela retrata las tensiones existenciales de la juventud, las dificultades para encontrar sentido en un mundo devastado y las complejidades de la vida en Barcelona. Laforet, con apenas 23 años, ganó el Premio Nadal con esta obra, que desde entonces se ha convertido en uno de los clásicos modernos de la narrativa en lengua española.
Reseñas destacadas de Nada de Carmen Laforet
1. Reseña de Mercedes Monmany en El País (2014)
Mercedes Monmany, en su reseña publicada en El País en 2014, destaca la relevancia de Nada de Carmen Laforet como una de las novelas más emblemáticas de la literatura contemporánea española. Monmany subraya que la obra de Carmen Laforet captura perfectamente la sensación de vacío y desesperanza que vivió una generación que sobrevivió a la Guerra Civil Española. Según la crítica, la protagonista Andrea, una joven que se muda a Barcelona para estudiar, se enfrenta a un entorno opresivo, tanto en su hogar como en la ciudad misma. A través de su lucha por adaptarse a una vida que no cumple sus expectativas, Laforet refleja las preocupaciones existenciales de la juventud de la época.
Monmany enfatiza el uso de la ciudad de Barcelona como un personaje más de la novela. A pesar de no tratar explícitamente la multiculturalidad, la obra refleja una realidad en la que las tensiones entre lo rural y lo urbano, lo antiguo y lo moderno, son constantes. La crisis existencial de Andrea y su incapacidad para conectar con su entorno la convierten en un símbolo de la juventud desarraigada y sin futuro. Para Monmany, Nada se ha ganado un lugar indiscutible entre los clásicos modernos.
2. Crítica de Ignacio Echevarría en El Cultural (2004)
Ignacio Echevarría publicó una reseña en El Cultural en 2004, con motivo del 60º aniversario de la publicación de Nada. En su análisis, Echevarría destaca que la obra de Laforet es un reflejo del desarraigo y la soledad de una generación que creció en medio de la desolación de la posguerra. La novela está impregnada de una atmósfera opresiva que amplifica la sensación de vacío existencial. El crítico destaca que, a pesar de su aparente sencillez, la narrativa de Laforet está cargada de simbolismo, lo que la convierte en un referente del existencialismo en la literatura contemporánea española.
Echevarría también señala que la novela tiene un componente de multiculturalidad implícito en la diversidad de personajes que rodean a Andrea, que provienen de distintos estratos sociales y culturales. La mezcla de personalidades crea un microcosmos que refleja las tensiones sociales y culturales de la España de posguerra. Esta representación de una sociedad fragmentada contribuye a la relevancia universal de Nada, asegurándole un lugar entre los clásicos modernos de la literatura mundial.
3. Reseña de Nuria Amat en ABC Cultural (2015)
Nuria Amat, en su reseña para ABC Cultural en 2015, resalta la atemporalidad de Nada de Carmen Laforet, señalando que la obra de Laforet sigue siendo relevante para lectores de cualquier época. La crítica se enfoca en la sensación de alienación de Andrea y su búsqueda infructuosa de sentido en un mundo que parece hostil. Para Amat, el existencialismo que atraviesa toda la novela es uno de los elementos que ha permitido que Nada perdure como un clásico moderno.
Amat también subraya la importancia del entorno social en la novela, describiendo el ambiente familiar de Andrea como asfixiante y lleno de conflictos. Aunque la novela no aborda la multiculturalidad de forma directa, el choque de valores entre generaciones y clases sociales refleja las tensiones culturales de la época. Según Amat, Nada es una obra maestra por su capacidad para capturar los sentimientos de vacío y desconexión que trascienden cualquier contexto histórico o geográfico.
4. Crítica de José-Carlos Mainer en La Vanguardia (2019)
En su crítica de 2019 para La Vanguardia, José-Carlos Mainer explora cómo Nada se mantiene como una obra clave en la literatura contemporánea. Mainer destaca que la novela no solo es relevante en el contexto de la posguerra española, sino que también aborda cuestiones universales que resuenan con lectores actuales. El crítico señala que el existencialismo de la novela se manifiesta a través de la sensación de desesperanza que invade a Andrea, quien lucha por encontrar su lugar en un mundo en el que parece no encajar.
Mainer también reconoce que la obra, aunque no explícitamente multicultural, refleja un momento de cambio social en el que conviven distintas realidades y formas de ver el mundo. Para el crítico, esta capacidad de Laforet para capturar la diversidad social y cultural en un contexto tan específico contribuye a su relevancia internacional. En su opinión, Nada es una obra que, por su riqueza y profundidad, debe considerarse uno de los grandes clásicos modernos de la narrativa española.