En este artículo mencionamos algunos ejemplos de novelas picarescas escritas en el siglo xx

La novela picaresca, surgida en España durante el Siglo de Oro, ha dejado una huella profunda en la literatura mundial. Obras como El Lazarillo de Tormes y Guzmán de Alfarache sentaron las bases de un género que se caracteriza por narrar las aventuras de personajes marginados, astutos y rebeldes, que utilizan el ingenio para sobrevivir en un mundo injusto. Aunque la novela picaresca es típicamente asociada con los siglos XVI y XVII, el espíritu del pícaro ha perdurado en la literatura contemporánea y en los clásicos modernos, adaptándose a los nuevos contextos sociales y culturales del siglo XX. Con ese espíritu y ese deseo también está escrita mi novela El aprendiz.

La novela picaresca: renacimiento en el siglo XX

El siglo XX fue testigo de un renacimiento del género picaresco, con autores que, influenciados por los grandes clásicos, recuperaron y adaptaron este estilo para reflejar las inquietudes de su época. La esencia del pícaro, con su lucha contra la injusticia, la pobreza y el poder, sigue siendo relevante en la literatura contemporánea, especialmente en épocas de crisis y cambios sociales. Vamos a explorar algunos de los ejemplos más importantes de novelas picarescas del siglo XX que han dejado una marca significativa en los clásicos modernos.

La familia de Pascual Duarte (1942) de Camilo José Cela

Una de las obras clave de la literatura contemporánea española que refleja un resurgir del género picaresco es La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela. Aunque este libro pertenece al movimiento del tremendismo, su protagonista comparte varios rasgos con el pícaro clásico. Pascual Duarte, un hombre de origen humilde que crece en un entorno rural y violento, se enfrenta a una vida marcada por la fatalidad y la pobreza.

Al igual que los pícaros del Siglo de Oro, Pascual es víctima de la injusticia social y económica, y su vida se ve determinada por la lucha por la supervivencia. Sin embargo, su historia tiene un tinte más oscuro y violento, en consonancia con las tragedias de la España rural de principios del siglo XX. En La familia de Pascual Duarte, encontramos una versión contemporánea del pícaro: un hombre que intenta escapar de su destino y que utiliza la violencia, en lugar del ingenio, como su herramienta de rebelión.

El Jarama (1955) de Rafael Sánchez Ferlosio

Otra obra fundamental que evoca ciertos aspectos de la novela picaresca es El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio. Aunque no es una novela picaresca en el sentido estricto, la representación de los personajes de clase baja, la crítica social y el retrato de una juventud oprimida y sin perspectivas de futuro, guardan resonancias con el género.

Los jóvenes protagonistas de El Jarama, que pasan un día en el campo a las orillas del río, reflejan una sensación de desencanto y resignación ante un entorno social que los deja sin oportunidades. La crítica implícita a la estructura social y la falta de movilidad de los personajes conectan con el espíritu del pícaro, quien siempre está en lucha contra un sistema que lo margina.

Los santos inocentes (1981) de Miguel Delibes

Miguel Delibes, uno de los autores más importantes de la narrativa española del siglo XX, también revisita el espíritu de la novela picaresca en su obra Los santos inocentes. Aunque esta novela está impregnada de un tono más trágico que cómico, su representación de los personajes oprimidos y marginados tiene mucho en común con el género picaresco.

Los protagonistas de Los santos inocentes son campesinos pobres que viven sometidos a los abusos de los terratenientes, un reflejo de la España rural y su estructura jerárquica. A pesar de su resignación y sumisión, los personajes, especialmente Azarías, encuentran formas de rebelarse y enfrentarse a las injusticias de su entorno. En este sentido, Delibes retoma el tema picaresco de la lucha del individuo contra un sistema opresivo, adaptándolo a la literatura contemporánea.

En su novela El hereje, aunque no desarrolla la figura del pícaro, también Delibes utiliza un huérfano para describir la lucha por encontrar un espacio de libertad en medio de las estrictas normas sociales y religiosas.

El beso de la mujer araña (1976) de Manuel Puig

En Latinoamérica, la influencia de la novela picaresca se puede ver en El beso de la mujer araña de Manuel Puig. Aunque no sigue el patrón tradicional del pícaro, la historia de dos prisioneros en una cárcel argentina, uno de ellos un marginado social, contiene elementos picarescos en su estructura. Molina, uno de los protagonistas, usa su astucia para ganarse la simpatía de su compañero de celda y para manipular la realidad con historias que le permitan escapar de su dura situación.

Este juego de supervivencia a través del ingenio, en lugar de la fuerza, es un elemento clave de la picaresca que se mantiene en las obras de Puig, haciéndolo un referente en los clásicos modernos.

Conclusión: el pícaro en la literatura contemporánea

A lo largo del siglo XX, la novela picaresca ha evolucionado y se ha adaptado a los nuevos contextos y realidades sociales. Las obras mencionadas demuestran cómo el espíritu del pícaro, con su crítica a la injusticia social y su capacidad para sobrevivir en un mundo adverso, sigue presente en la literatura contemporánea. Tanto en los clásicos modernos como en las novelas más recientes, el pícaro continúa siendo una figura relevante, que refleja las tensiones y las luchas de los más desfavorecidos en la sociedad.

¿Qué otros clásicos modernos crees que evocan el espíritu de la novela picaresca?

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